domingo, 6 de junio de 2010

AVANCE CAPITULO 3 “El Reaseguro Internacional en México de 2005 a 2010”

CAPITULO 3
RENTABILIDAD
Las compañías reaseguradoras obtienen rentabilidad en su negocio contemplando diversos factores , siendo en opinión del autor: el riesgo, la previsión financiera a largo plazo y la expansión comercial mundial los factores más importantes.
El riesgo es la esencia del negocio de estas compañías. El negocio se encuentra en la incertidumbre de la ocurrencia de este tipo de eventos. A lo largo de la actividad reaseguradora, han existido años en donde no se presentaron pérdidas económicas importantes ocasionadas por desastres naturales, o bien por la ausencia de estos o por su bajo impacto financiero en una sociedad. Por ello, las ganancias económicas fueron mayores a las perdidas y el resultado de rentabilidad positivo. Sin embargo, lo contrario también ha ocurrido. Se han presentado años en donde un desastre natural o una serie de ellos causaron importantes pérdidas económicas y las ganancias captadas no fueron suficientes para compensarlas.
Sobre la base de lo anterior, la previsión financiera es de vital importancia para su sobrevivencia. Una compañía de reaseguros debe aprovechar los años con resultados rentables para conformar reservas, que le permitan hacer frente a obligaciones futuras y mantener a largo plazo su capacidad financiera.
La expansión comercial mundial le permite diversificar su operación y compensar las pérdidas económicas en el espacio. Pongamos como ejemplo una compañía que suscribe coberturas para terremoto en China, Japón, Turquía, Estados Unidos, México, Perú y Chile. Esta compañía, se encuentra notablemente expuesta a pérdidas financieras ocasionadas por terremotos, sin embargo estos riesgos son considerados como eventos aislados. Es decir, el hecho de que se haya presentado un evento en China, no significa que por ello, el mismo pueda o deba afectar a los demás. Así, la prima captada por la cobertura de este riesgo en dichos países servirá para compensar las pérdidas económicas derivadas del evento ocurrido en China y posiblemente permitir un margen de rentabilidad.
La manera más sencilla de medir la rentabilidad que obtiene el sector reasegurador en un país es a través de la división de las primas captadas y los siniestros ocurridos. La prima, como ya ha sido mencionado anteriormente, es la remuneración económica que obtiene una compañía reaseguradora por el riesgo asumido. Esta operación nos permite conocer el porcentaje de rentabilidad que obtuvieron anualmente estas compañías.
Con base en lo anterior, resulta necesario mencionar que la prima cobrada en este negocio, es tarificada por un especialista, el cual ha contemplado para ello diversos factores, como son: la probabilidad de ocurrencia de un desastre natural o siniestralidad esperada, los gastos internos de la compañía y el retorno al capital invertido por los accionistas.
La rentabilidad de las compañías reaseguradoras reaseguradoras en México.
Bajo este marco, analicemos ahora el grado de rentabilidad que obtienen las compañías reaseguradoras extranjeras en el país. Como ya ha sido mencionado en este trabajo, la institución que provee los datos estadísticos del comportamiento que va presentando este sector es la Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas (AMIS). Partiendo de lo general a lo particular, evaluemos primero el total del resultado del seguro de Terremoto y Riesgos de la Naturaleza en el sector.

Estas graficas nos permiten observar lo siguiente: 1) el resultado de rentabilidad para este tipo de seguro es demasiado fluctuante, 2) un solo evento puede desviar el resultado esperado de un año o de varios consecutivos, 3) en ausencia de eventos naturales severos, el resultado anual es muy positivo, 4) a pesar de que el año 2005 represento importantes pérdidas para el sector, la rentabilidad a largo plazo para el periodo es también positiva.
Con respecto al último punto, es relevante comentar que la rentabilidad en el tiempo, tiende a incrementarse conforme el periodo abarca un mayor número de años. En este caso hemos agregado al periodo de estudio tres años y la rentabilidad aumentó en más del doble.
En lo que respecta a la rentabilidad obtenida en el sector reasegurador los datos se obtienen a partir de las primas cedidas frente a los siniestros también cedidos.

A partir de esta información podemos mencionar que para el periodo que abarca de 2005 a 2009, el sector reaseguro obtuvo tan solo un 3% de rentabilidad. No obstante, si consideramos un periodo de tiempo más amplio y se agregan 3 años como en el ejemplo anterior, la rentabilidad llega a incrementar hasta 8 veces su valor a quedar en un 24%.

Asimismo, han existido años con excelentes resultados para el sector reasegurador, por ejemplo los años 2004 y 2009 obtuvieron un resultado positivo mayor al 90%. Estos resultados favorables han permitido que el sector pueda hacer frente a los resultados negativos de años pasados y permitir aun un margen de utilidad bastante aceptable.
Con base en lo anterior, podemos concluir que las compañías reaseguradoras encuentran en el negocio de la suscripción del seguro de terremotos y riesgos de la naturaleza diferentes niveles de rentabilidad debido al comportamiento fluctuante que este ramo demuestra. Así, en el corto plazo (1 año) puede presentarse un nivel extraordinario de ganancias o de perdidas, en el mediano plazo (5 años), un nivel de rentabilidad positivo pero modesto y a largo plazo (10 años) una utilidad significativa para el negocio.
Ahora sabemos que el negocio genera utilidades, sin embargo, el sector asegurador se encuentra subdesarrollado en México. La pregunta sería entonces si este pequeña parte de la economía seguirá en un futuro, siendo un mercado atractivo para la operación de reaseguro para las compañías extranjeras. Los factores más importantes que considero, tendría un impacto relevante en la rentabilidad futura de este negocio para el Reaseguro Internacional son: a) el crecimiento del negocio, b) las nuevas fuentes de negocio, c) los nuevos esquemas de negocio y d) el cambio climático.
El crecimiento del negocio.
De acuerdo con las compañías reaseguradoras extranjeras, el crecimiento del seguro en los países industrializados se mantienen estable o en algunos casos a la baja. Esta situación es opuesta en los países emergentes, en donde a pesar de que el porcentaje de esta actividad en sus economías es mínima, los niveles de crecimiento de esta actividad han sido muy positivos. Por ejemplo, en al cierre del 2008 (año de inicio de la crisis económica mundial), el crecimiento del negocio, medido a través del volumen de primas se redujo en 1.9% en los países industrializados, pero siguió siendo positivo en los mercados emergentes con un resultado de +7.1%.
En el caso de México, los niveles de crecimiento en la adquisición de este seguro han sido positivos para el periodo de estudio, a pesar de la crisis económica mundial. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a partir del 2006, el crecimiento del PIB frente al año pasado ha ido en decremento, especialmente en el año 2009 en donde el país, únicamente pudo crecer 4% frente al año anterior. Como se ha comentado, la penetración del seguro en un país se mide como porcentaje de esta actividad frente al PIB de un país. Sorpresivamente, esta situación no afectó el nivel de desarrollo del seguro de Terremoto y Riesgos de la Naturaleza. Por el contrario, a partir del 2006 su crecimiento ha sido notable, siendo el 2009 un año relevante a causa de que la contratación de este seguro se incremento 32% frente al año anterior. Sobre la base de lo anterior, podemos decir que la crisis económica internacional afectó el crecimiento del país, pero no afecto la expansión del seguro en cuestión. El año 2009 es especial, en el sentido de que a pesar de haber sido el año con menor escala de crecimiento para México en el periodo actual, asombrosamente ha sido el que mayor nivel de desarrollo presentó para el seguro de Terremoto y Riesgos de la Naturaleza.


Las nuevas fuentes de negocios.
El seguro para Terremoto y otros Riesgos de la Naturaleza se encuentra subdesarrollado en México. De acuerdo con la C.N.S.F. y el Banco Mundial (B.M.) esto se debe a una baja “Cultura de Prevención de Riesgos Catastróficos.”
Este problema no es exclusivo de México, ya que según el B.M. esta situación se presenta en las grandes aglomeraciones urbanas, en donde las presiones económicas y sociales reducen la toma de conciencia hacia la protección de los bienes patrimoniales y la preparación individual en caso de un desastre. Así mismo, los bajos niveles de ingresos en este tipo de sociedades hacen que la población considere al seguro como un “artículo suntuoso”, ya que los recursos monetarios se destinan principalmente a satisfacer las necesidades básicas de la población. México posee un alto índice de pobreza, según el informe “Panorama Social de América Latina 2007”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Entre 2004 y 2006, la pobreza en México pasó de 37 a 31.7 por ciento, y el nivel de indigencia de 11.7 a 8.7%. De manera adicional, el hogar mexicano, se encuentra compuesto en promedio por 4 miembros. Si consideramos un jefe de familia por cada hogar y siendo su salario anual la única fuente de ingreso para la familia, es entonces fácil de suponer que la adquisición de un seguro, lamentablemente no se encontrará dentro de sus prioridades.
Bajo este panorama resulta difícil elevar el crecimiento del seguro para Terremoto y Riesgos de la Naturaleza en México. Sin embargo, existe otra posibilidad para la protección del patrimonio de las personas de escasos recursos a través de los llamados “microseguros”. Los microseguros son esquemas que buscan incrementar la penetración del sector asegurador en la economía de México, incentivando la compra de seguro en la población de escasos recursos (segmentos C,D y E) que no tienen ningún tipo de protección, siguiendo la tendencia internacional enfocada hacia los mercados masivos. Entre sus características encontramos sumas aseguradas pequeñas, primas asequibles y pagaderas en fracciones. Cabe resaltar que este tipo de instrumentos ya existen en otros países de América Latina, Asia e incluso África.
“La experiencia internacional demuestra que aquellos países que lograron un mejor desarrollo de su sector asegurador lo hicieron gracias al desarrollo de sus canales de distribución y un elemento fundamental es enfocarse a los mercados masivos” .
Actualmente, este tipo de negocio opera en México bajo el ramo de vida y es vendido principalmente por medio de organizaciones rurales afiliadas. A pesar de que aun no ha sido desarrollado en el seguro de “Daños”, significa un potencial de negocio para el mercado asegurador y por ende para las compañías reaseguradoras internacionales.
Los nuevos esquemas de negocio.
Otro esquema de protección financiera que ha sido utilizado en México por 2 ocasiones, pero que podría utilizarse en mayor medida para fomentar el negocio a través de la cobertura de desastres naturales, son los llamados “seguros paramétricos”.
Este tipo de seguros son distintos a las convencionales porque la transferencia del riesgo lo asume el mercado de capitales, mediante la emisión de bonos catastróficos. Los recursos obtenidos a través de estos bonos se envían a un fideicomiso, el cual será transferido al asegurado en caso de presentarse ciertos parámetros o condiciones previamente pactadas a través de un convenio. Estos parámetros o condiciones son determinados mediante la comprobación científica de condiciones asociadas a los riesgos cubiertos como: ubicación geográfica, profundidad, intensidad y presión central . Bajo esta cobertura la suma asegurada se libera si ocurren ciertas condiciones independientemente de que existan o no daños físicos ocurridos. En cuento a utilidad se refiere, mientras no se materialice alguno de estos riesgos, el capital se reintegrara a los inversionistas participantes, además de un rendimiento de mercado.
En el 2009, el gobierno mexicano contrato por segunda vez este esquema de protección financiera, por un monto de 290 mdd para resguardar por tres años, el patrimonio del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) ante la posible ocurrencia de terremotos y huracanes. Esta operación es conocida como “MultiCat México” y fue desarrollada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) del Banco Mundial, en asociación con el gobierno mexicano y Swiss Re Capital Markets. La transacción se llevo a cabo de la siguiente manera: El FONDEN celebró un contrato de seguro con AGROASEMEX (aseguradora local) que fue reasegurado por Swiss Reinsurance Company. Esta reaseguradora a su vez realizó la titulización de activos del seguro de “MultiCat México 2009” en el mercado de valores a través de su filial Swiss Re Capital Markets.
Es importante comentar que el primer seguro de este tipo, se llevó a cabo en el 2006, con una duración también de tres, pero únicamente cubría el riesgo sísmico. Como no se presentó durante este periodo algún evento que cumpliera con las condiciones pactadas, la rentabilidad obtenida del negocio fue total para los inversionistas y los actores involucrados. Es importante además comentar que México es el pionero en América Latina en el uso de este nuevo tipo de seguros y es considerado hoy como: “…uno de los países líderes entre las economías emergentes en la instrumentación de soluciones financieras innovadoras de gestión de riesgos a fin de protegerse del impacto que tienen los costos económicos asociados con desastres naturales” . Con base en lo anterior, la rentabilidad obtenida en el pasado y la reputación obtenida por el uso de estas nuevas formas de aseguramiento, puede ser considerado por otras compañías reaseguradoras extranjeras como un incentivo para realizar también este tipo de negocio en México.

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